- Sentir que se confía en uno es la motivación mayor que tiene el ser humano para hacer las cosas bien.
- La desconfianza genera ansiedad en uno mismo, y mueve a la simulación.
- Cuando alguien fracasa, cuando las cosas salen mal, se necesitan menos fiscales y más abogados defensores; menos regaños y más ayuda.
- Es necesario confiar en la gente; pero al mismo tiempo se debe emprender una acción educativa para que todos sepan qué hacer y por qué hacerlo.
- Además de confiar en los demás, se precisa tener confiabilidad; es decir, ser digno de la confianza de los demás. Se logra haciendo bien el propio trabajo y viviendo con integridad personal.
- Hay que descubrir en los demás lo positivo que tienen, las posibilidades futuras, las capacidades que pueden desarrollar. Para eso conózcalos bien y confíe en ellos.
- Confiar, comprender, disculpar y perdonar: son escalones de un proceso.
- Ser compañeros es estar dispuestos a ayudar, cooperar, compartir; ser solidarios. Ser amigos supone, además, querer lo mejor para el otro y estar con ellos "en las duras y en las maduras".
- Si usted manda sobre alguien, debe lograr que éstos hagan las cosas por convicción, por compromiso personal, como consecuencia de los principios que quieren vivir. Por eso dirigir es educar.
- Cuando alguien defraude su confianza, no piense mal de esa persona. Mantenga la confianza y redoble los procesos de ayuda. Acabará sacando lo mejor del otro.
DECÁLOGO DE LA CONFIANZA
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